sábado, 31 de mayo de 2014

Decir que el TDAH no existe es una irresponsabilidad y una temeridad.


El TDAH existe o el TDAH no existe. Algunos sectores de la sociedad, queremos pensar que más bien por ignorancia del trastorno en sí, de sus características, de las tremendas consecuencias por una falta de tratamiento adecuado y precoz, y de su historia, presentan aún dudas al respecto. Dudas, que lo único que crean es un retraso en la concienciación de la sociedad hacia el trastorno, llevando a muchos niños a una intervención tardía o a privarles de un tratamiento, que no tiene por qué ser exclusivamente farmacológico, para la necesaria mejoría en sus síntomas.
Por otro lado, estamos en un momento en el que en internet la información fluye de forma tremendamente rápida y llegando de inmediato y de forma viral a miles de personas. Pero en muchas ocasiones esta aparente ventaja de internet, lejos de informar adecuadamente para dar un conocimiento del trastorno y alertar sobre las consecuencias de una falta de tratamiento, que repetimos no tiene por qué ser exclusivamente farmacológico, logra estremecer a los afectados induciéndoles a abandonar o no iniciar sus tratamientos.
Decir que el TDAH no existe es una irresponsabilidad y una temeridad.
Afirmaciones como enfermedad nueva, enfermedad ficticia, invento del siglo XXI, invento de la industria farmacéutica y las supuestas declaraciones del Dr. Leon Eisenberg, se han hecho eco en internet sin una sola prueba o dato contrastable. En este medio de comunicación no existen filtros que garanticen la veracidad de las informaciones y cualquiera, hasta yo misma, puede publicar y difundir noticias sin fundamento. Pero también gracias a éste medio de comunicación podemos encontrar fuentes de solvencia (sobran) en las que conocer la evolución del trastorno a lo largo de más de un siglo.
Sin ir más lejos y como ejemplo de falta de datos contrastables, quisiera hacer una aclaración sobre las declaraciones que el Dr. Leon Eisenberg, a quien con 87 años y 7 meses antes de su fallecimiento le realizaron una entrevista que fue publicada por la revista alemana Der Spiegel el 2 de febrero de 2012, cuando el Dr. Eisenberg hacía años que había fallecido (2009) y ya no podía ni desmentir, ni rectificar. Entrevista mal traducida (la entrevista se realizó en inglés y luego se tradujo al alemán), en donde se traduce "invención" cuando en realidad el Dr. Eisenberg habla de sobrediagnóstico, haciendo un llamamiento a la investigación y precisión en el diagnóstico del TDAH para evitar los excesos en su tratamiento farmacológico.
Pues bien, haciendo uso de interminables fuentes de solvencia, dentro y fuera de ese medio, se puede afirmar y contrastar que la denominación de lo que hoy en día conocemos como "Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad" ha ido evolucionando según el síntoma al que se le ha dado mayor importancia en las innumerables investigaciones científicas a través de más de 110 años, y para nada en esas fuentes el Dr. Leon Eisenberg es el creador, inventor o padre científico del TDAH.
Y haciendo uso de nuevo, de esas fuentes de solvencia, se puede afirmar también que aunque se han encontrado escritos de 1798, es en 1902 cuando el pediatra británico George Still, describió los síntomas similares a lo que hoy en día se diagnosticaría como TDAH del tipo combinado. Hasta entonces la sintomatología había pasado por varias denominaciones: "Daño cerebral", "Daño Cerebral Mínimo" y "Disfunción Cerebral Mínima".
En 1950, el trastorno cambia su denominación por el de Síndrome Hipercinético y en 1960 se comienza a presentar como un trastorno del comportamiento, separando los síntomas de la hiperactividad de la noción de lesión cerebral. Se comienza entonces a defender la denominación de "síndrome del niño hiperactivo".
En 1968, el TDAH aparece por primera vez en el DSM II o Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (segunda edición) y es cuando aparece el Dr. Eisenberg, dando las primeras alertas del trastorno y denominándolo "Reacción Hiperkinética de la infancia".
No quisiera a aburrir al lector dando datos de la historia del TDAH y su evolución hasta nuestros días. La bibliografía es inmensa, con miles de estudios e investigaciones, e internet nos ofrece la posibilidad de descubrirlas. Si nos molestáramos en informarnos, podríamos disipar muchas de nuestras dudas y hacer un juicio ecuánime por nosotros mismos de la existencia o no del trastorno. La cuestión está en si nos interesa aceptar su existencia o si ya hemos prejuzgado o emitido una sentencia sin la suficiente información.
La controversia en torno al TDAH mantiene dividida, sin sentido, a la comunidad científica, aunque la corriente más contraria sea una pequeñísima parte de esta comunidad. Esta corriente argumenta que hay una falta de evidencia científica en torno a "su diagnóstico", (no a "su existencia") y que hay falta de unificación criterios y herramientas fiables para realizarlo. Otro de los puntos de controversia es el tratamiento farmacológico en el que se pone en duda su eficacia y seguridad, alegando que presentan sólo cierta eficacia en síntomas a corto plazo y recomendando se empleen sólo de forma excepcional. Tampoco niegan radicalmente su uso. En definitiva, en todas sus argumentaciones no encontramos que rechacen categóricamente la existencia del trastorno.
No negamos que existan malos diagnósticos de TDAH, y los hay más frecuentemente de lo deseado. En muchas ocasiones se realiza un diagnóstico sin tener en cuenta los estilos educativos, familiares, los trastornos de aprendizaje u otros trastornos, que provocan síntomas que fácilmente se pueden confundir con los del TDAH. Tanto los sistemas de salud públicos como los educativos tienen infinidad de carencias que suelen determinar un diagnóstico precipitado y erróneo. Falta de preparación y de recursos en éstos ámbitos son, a nuestro entender, los causantes de éstos errores.
Igualmente no negamos que el tratamiento farmacológico sea prescrito en muchas ocasiones con ligereza, es más, entendemos que antes de prescribirlo habría que hacer un estudio a fondo del origen de las causas de los síntomas, analizando los mencionados estilos educativos, familiares y sociales del posible afectado. Pero volvemos a lo mismo, hay una falta considerable de preparación y de recursos en éstos ámbitos. En el caso de la salud pública, por ejemplo, media hora de consulta al mes no es suficiente para determinar un buen diagnóstico, ni para realizar un buen tratamiento y su evolución.
Otra de las controversias con respecto al TDAH es el aumento de prevalencia. Desde que he tenido contacto con el TDAH, de esto hace 12 años, la prevalencia no ha cambiado. Entonces conocí que la prevalencia era entre el 3 y el 7 % y a 2014 estamos en el 5%. Lo que sí ha cambiado evidentemente es el aumento de los diagnósticos, pero no porque haya un interés de la industria farmacéutica sino porque hay miles de familias dentro de las asociaciones de todo el mundo que están luchando incansablemente por que se estudie el trastorno, se identifique y se les aporte tratamientos a sus hijos. A más divulgación, más conocimiento del trastorno, más diagnósticos y por ende un aumento considerable en los agentes que intervienen en el tratamiento, entre ellos los fármacos empleados para éste.
La pregunta que se hacen aquellos que no tienen una información contrastada es ¿Sufre un trastorno un niño que es movido o que no para? La respuesta es clara, no. No todo niño movido es un niño hiperactivo, pero a todo niño, al que los síntomas que conforman el TDAH le creen un problema en la funcionalidad de su vida, hay que tratarle.
De todo ello podemos sacar la conclusión de que no hay una negación de la existencia del TDAH. Si nos centráramos más en emplear nuestros talentos para conseguir una mayor preparación en los agentes implicados para identificar y tratar correctamente la causa de los síntomas y les dotáramos de los recursos necesarios, evitaríamos muchos errores tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Pero lo que es aún más importante, conseguiríamos una detección precoz y se protegería del sufrimiento a muchas familias ayudándolas a obtener el tratamiento adecuado.
Negar la existencia del TDAH es privar a los afectados y a sus familias de un buen tratamiento y eso es una irresponsabilidad y temeridad.

Regina Cobo San Miguel
Presidenta de Fundación CADAH

TU ACTITUD ES LA QUE CUENTA
http://youtu.be/n7BiMa5wcTU

ORÍGENES
http://youtu.be/NimvfRfxdkc
http://www.youtube.com/watch?v=NimvfRfxdkc

TABLA PERIÓDICA DE LAS EMOCIONES
http://www.orientacionandujar.es/2014/03/30/tabla-periodica-de-las-emociones/

viernes, 30 de mayo de 2014

MANDALAS CON LETRAS
De los compañeros de Orientación Andújar
http://www.orientacionandujar.es/2014/05/29/mandalas-con-las-letras-del-abecedario/

EMOTICANTOS.
Interesante proyecto

http://www.clavedesolidaridad.org/2013/12/emoticantos-concierto-didactico-con.html


LAS ARRUGAS, ESOS CAMINOS QUE FORMAN LOS AÑOS VIVIDOS
Nuevo cuento ilustrado de Cuentos para dormir

http://feedproxy.google.com/~r/CuentosParaDormir/~3/rEzMwgH0g6E/las-arrugas-cuento-infantil-ilustrado?utm_source=feedburner&utm_medium=email 


jueves, 29 de mayo de 2014


OS DEJO ESTA PRECIOSA ILUSTRACIÓN DE GIUSEPPE STICCI COMO AGRADECIMIENTO POR VUESTRAS MÁS DE 18.000 MIRADAS. Y PARA DAR LA BIENVENIDA A TODOS LOS COMPAÑEROS/AS QUE SE HAN ACERCADO HASTA ESTE RINCÓN. UN ABRAZO.

LO QUE NOS HACE IGUALES, ES QUE TODOS SOMOS DISTINTOS. A VER SI PODEMOS DEJAR DE HABLAR DE INCLUSIÓN...

http://www.orientacionandujar.es/2014/05/28/guia-de-buenas-practicas-para-la-educacion-inclusiva/


miércoles, 28 de mayo de 2014

Diferencias existentes entre TDA y TDAH

El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-H) esta compuesto por tres subtipos: Predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo o combinado (presenta tanto déficit de atención como hiperactividad e impulsividad). En este artículo nos centraremos en las diferencias entre el TDA  y TDAH.
Empezaremos definiendo que es el TDA-H. Barkley en 1990, describe así el TDA-H: "Es un trastorno del desarrollo caracterizado por niveles de falta de atención, sobreactividad, impulsividad inapropiados desde el punto de vista evolutivo. Estos síntomas se inician a menudo en la primera infancia, son de naturaleza relativamente crónica y no pueden atribuirse a alteraciones neurológicas, sensoriales, del lenguaje grave, a retraso mental a trastornos emocionales importantes. Estas dificultades se asocian normalmente a déficit en las conductas gobernadas por las reglas y a un determinado patrón de rendimiento"
                                            TDAH DIFERENCIAS TDA Y TDAH
¿Sin embargo que diferencias existen entre Déficit de atención e Hiperactividad?
El tipo predominantemente inatento o comúnmente llamado Trastorno por Déficit de Atención o TDA, involucra falta de atención y concentración, así como también un comportamiento de distracción. Los niños que padecen de este subtipo no son excesivamente activos y tampoco interrumpen las clases; más bien ellos típicamente no completan sus tareas, se distraen con facilidad, cometen errores imprudentes y evitan actividades que requieren de trabajo mental continuo y de mucha concentración. Y como no interrumpen, es más probable que dichos síntomas se pasen por alto.  A estos niños con frecuencia se les malinterpreta como perezosos, desmotivados e irresponsables.  Ellos representan aproximadamente el 30% de todos los individuos que padecen del TDAH.
Los niños con déficit de atención o TDA, presentan en muchas ocasiones confusión e inatención, lo que les lleva a una pérdida importante de la información. Generalmente, presentan un tempo cognitivo lento. Tiene dificultades en la memoria de trabajo y en retener información nueva. Todo ello ocasiona que  en las instrucciones orales o escritas cometan errores. No se caracterizan por ser niños agresivos, con lo cual no suelen tener demasiados problemas en crear amistades entre iguales.
El perfil hiperactivo-impulsivo, sin embargo, se muestra muy inquieto cuando debe permanecer sentado. En situaciones inadecuadas corre o trapa de manera excesiva. Como expresan muchas madres de niños hiperactivos, "es como si estuviera literalmente impulsado por un motor". Continuamente está hablando, teniendo grandes dificultades en permanecer callado. En comparación, con la población del subtipo con déficit de atención, puede presentar más agresividad. Del mismo modo suelen tener mayores dificultades en establecer relaciones sociales debido a su carácter impulso. La adolescencia puede ser problemática si no se trabajan los síntomas desde la infancia
Si comparamos las conductas de los niños inatentos con los hiperactivos-impulsivos, encontramos en común que a ambos les cuesta mantener la atención, seguir las rutinas y las órdenes o pautas de forma continuada y se diferencian por su impulsividad o precipitación.
Comparación de comportamientos:
Déficit de Atención
Hiperactivdad
Las características más destacables del déficit de atención o TDA son:
  • Tienen una gran dispersión mental y se distraen muy fácilmente.
  • Les cuesta entender las cosas de un modo claro y rápido. Parece que nunca  entienden las órdenes al cien por cien.
  • Cualquier tarea que implique mucha atención o concentración les supone un esfuerzo titánico que no siempre son capaces de mantener hasta el final.
  • Dificultad para organizarse.
  • Son muy distraídos y se olvidan rápidamente de las cosas si no las han entendido claramente.

Las características más destacables de la hiperactividad son:
  • Incapacidad para estarse quieto y concentrarse en algo. Les suele costar mantener todo su cuerpo relajado. Siempre están moviendo los pies, mordiéndose las uñas, etc.
  • Normalmente es incapaz de acabar algo que le suponga un esfuerzo (a no ser que le motive especialmente).
  • Cuando habla se expresa con excesiva locuacidad. No puede esperar su turno e interrumpe con facilidad a los demás.
  • Es muy impaciente y le cuesta estar sentado de forma relajada.
  • Su impulsividad le lleva a precipitarse en la mayoría de sus acciones

martes, 27 de mayo de 2014


MÁS BELLEZA DE ELVIRA LARUELO

ADVERTENCIA


Harta de tanta nada

al límite ya
soy capaz de todo,
así que aviso:
mucho cuidado conmigo,
pienso morir amando.

(Elvira Laruelo)



PARA LLEGAR a fin de mes

malversa, prevarica,
pega fuerte al balón,
ve a la tele,
monta un show.
Si pretendes tres comidas
sácate un carné,
ve a los toros,
a misa,
vende el alma
y tira millas.
Que en este país,
por malo que sea,
de hambre sólo mueren
los intelectuales,
los investigadores,
los desahuciados
y los poetas.


(Elvira Laruelo)

domingo, 25 de mayo de 2014

CUENTOS POR CORREO EN 8 ENTREGAS.

Me encanta la idea de Raquel Díaz Reguera!!



Ya están en casa, en las librerías y en los buzones y en las casas de los niños que

 reciben las postales y esperan la siguiente entrega... 








 1 Cajita que en su interior guarda: 8 postales, que además de un cuento son las 8 piezas que forman una ilustración.
8 entregas para completar un cuento... 





(...) Lo maravilloso de la memoria es que va borrando las partes menos gratificantes de la vida. Qué pena que para ser feliz haya que olvidar. Pero qué necesario.

"La noche soñada" Máxim Huerta
Merece la pena leerlo



viernes, 23 de mayo de 2014

ACEPTACIÓN

Belleza trágica 
es luchar
y sonreír
a pesar de saber
hace ya tiempo
que nunca la vida hará honor

a la talla de nuestros sueños.


(Elvira Laruelo)






Bellísimo descubrimiento, el blog de Elvira Laruelo (dandolalengua.blogspot.com)

¿Qué es el asombro?

Del blog "Apego y asombro
La organización neurológica NO es el motor del niño (ni del ser humano), tal y como hemos pensado durante años. Siguiendo este falso paradigma, nos hemos empeñado y seguimos empeñándonos en bombardear a los niños con estímulos externos para diseñar sus circuitos neuronales con el fin de conseguir el "niño a la carta", tanto desde el punto de vista comportamental como cognitivo. 

Nosotros pensamos que el motor del niño es algo intangible, inmaterial. Al margen de como cada uno lo puede llamar (alma, inteligencia, energía, espíritu, etc.), los griegos ya decían que el principio de la filosofía era el asombro, la primera manifestación de aquel intangible que mueve al ser humano. Miles de años después, la más reconocida pedagoga de todos los tiempos, la Dra. Maria Montessori, hacía hincapié en la importancia del asombro en el aprendizaje del niño. Hace poco, la neurociencia confirmó a Montessori, cuestionando muchos de los paradigmas educativos actuales. 


En 1999, Dan Siegel, uno de los expertos mundiales en neurociencia (University of California, Los Angeles), afirmaba lo siguiente:

“No hay necesidad de bombardear bebés o niños pequeños (o nadie) con una estimulación sensorial excesiva con la esperanza de construir mejores cerebros. Sencillamente, no es así. Los padres y los otros cuidadores pueden relajarse y dejar de preocuparse por proporcionar una gran cantidad de bombardeo sensorial a sus hijos. La sobreproducción de conexiones sinápticas durante los primeros años de vida es suficiente en si para que el cerebro pueda desarrollarse adecuadamente dentro de un entorno medio que proporciona la cantidad mínima de estimulación sensorial (…)."
 

El protagonista de la educación, no es el método que se utiliza, ni la cantidad de estímulos, ni siquiera el educador. Es el niño. No significa eso que el niño manda, que no haya que ponerle límites y que tengamos que ceder a sus caprichos. Tampoco quiere decir que los niños son los que ponen el proyecto educativo y familiar. Quiere decir que el niño no es un mero espectador de lo acontecimientos. No quiere ser adiestrado, sino educado. El niño pequeño busca lo bueno y lo bello y tan solo debemos acompañarle, siendo buenos intermediarios entre él y la realidad, creando el entorno favorable a su descubrimiento y protegiéndolo de lo que no le conviene. La capacidad de asombro del niño es la "estimulación temprana natural" que el niño lleva dentro "de serie" y que le lleva a descubrir el mundo que le rodea, a motivarse por sí mismo. Una hormiga que le da cosquillas en la palma de la mano, el dedo de reprobación de mama cuando se acerca a algo peligroso y los "pedorretes" que le da en el cuello cuando le obedece, la barba de papa que pica cuando llega del trabajo, la sombra que se mueve cuando camina..." El genio, la afectividad y la imaginación del niño se pone en marcha. Cuando se acerca a la chimenea en casa de su abuela, busca a Mary Poppins. Todo lo contrario de lo que pasa en la cabeza de un niño que se pasa todo el día delante de una pantalla, escuchando a quién le habla a modo de adiestrarle o llevando un ritmo frenético porque le llenan la cabeza y la agenda de actividades estructuradas (fichas, programas, extraescolares, etc.) para alcanzar hitos.

La sobre estimulación externa (ciertos métodos educativos, algunas nuevas tecnologías), sustituye al asombro y sofoca la capacidad de creatividad y de motivación propia del niño. También satura los sentidos e impide que el niño perciba estímulos menos ruidosos. Al final, el niño no presta atención a los estímulos menos ruidoso aunque sean importantes, se apalanca, se aburre y busca sensaciones nuevas para satisfacer su adicción al ruido y a la sobre estimulación.

Para que un niño se pueda asombrar, hace falta respetar una serie de condiciones, entre otras, dejarle margen de libertad, de autonomía, que estén cubiertas sus necesidades básicas, fomentar el silencio, la sensibilidad, darle tiempo, respetar sus ritmos, fomentar una ambiente de confianza y proteger su inocencia. 

jueves, 22 de mayo de 2014

LOVE SOMEONE

https://www.youtube.com/watch?v=a5LsjYPPgEk&list=PLi0vNpDrBJPcx2TRxvfrS_jRKGUdto7wX

https://www.youtube.com/watch?v=a5LsjYPPgEk


CONSEJOS PARA HACER LOS DEBERES EN CASA
http://www.orientacionandujar.es/2014/05/22/tdah-10-consejos-para-hacer-los-deberes-en-casa/tdah-10-consejos-para-hacer-los-deberes-en-casa_1/




miércoles, 21 de mayo de 2014

¿PORQUÉ EDUCAR CON CUENTOS?
GUÍA ELABORADA POR PEDRO PABLO SACRISTÁN

http://cuentosparadormir.com/suscripciones/feed





Os regalo esta preciosa ilustración de Gisuseppe Sticchi, no sé, para celebrar la vida...
Podéis ver más de este autor en el blog PINCELLADES AL MON

martes, 20 de mayo de 2014


FRUTOS DEL ÁRBOL SABIO





¿Qué es y qué no es educar con inteligencia emocional?

    ¿Qué es y qué no es educar con inteligencia emocional?© Depositphotos.com/Halfpoint
    No podemos negar que la inteligencia emocional se trata de un concepto de moda. A día de hoy la encontramos en la alta dirección de empresas, en el mundo de los recursos humanos, en la enseñanza y por supuesto en los hogares.
    No obstante, y pese a que se trate de un concepto muy extendido, a menudo se produce cierta confusión sobre su aplicación práctica en el mundo educativo.

    ¿Qué es y qué no es educar con inteligencia emocional?

    Como es lógico, el objetivo fundamental de la educación es criar niños felices y preparados para el mundo real. Para ello, entre otras  muchas cosas, convendrá enseñarles a reconocer, gestionar y expresar sus emociones, tal y como ya te contamos en el artículo sobre "Cómo educar a tu hijo en inteligencia emocional".
    Además, también será muy bueno para ellos el hecho de sentirse incondicionalmente queridos por sus padres, lo que les servirá para consolidar su bienestar emocional.
    Habrá que besarlos, jugar con ellos y darles grandes dosis de amor.
    Todos estamos de acuerdo hasta aquí. No obstante, uno de los errores conceptuales más frecuentes sobre la inteligencia emocional consiste en creer que poner límites y normas a los niños supone traicionar e ir en contra del desarrollo de este tipo de inteligencia.
    Muchas familias se han equivocado completamente al interpretar este concepto y se sienten orgullosas de no poner nunca “peros” a la expansión del ego de sus niños, creyendo que eso será bueno para ellos.
    De esta manera, millones de niños del primer mundo se crían en hogares donde sus deseos son órdenes para sus padres.

    Educar también en la resistencia a la frustración

    Tarde o temprano, la mayoría de estos niños terminan por ahogarse en un vaso de agua en cuanto se dan cuenta de que no son el centro del universo fuera de su núcleo familiar.
    Y es que educar con inteligencia emocional supone también enseñar al niño a aceptar que no siempre los deseos se consiguen al instante, y que no se termina el mundo por ello, e incluso que a veces hay que esperar un poco (o mucho) y trabajárselo. 
    Eso permite que integren la resistencia a la frustración, que, como ya he comentado en varias ocasiones, es una capacidad fundamental para su correcta integración en el mundo adulto, clave en la superación de las dificultades vitales.

    Para educar con inteligencia emocional el progenitor ha de ser inteligente emocionalmente hablando. Tuitear esta frase

    En realidad, para poder educar con inteligencia emocional la primera persona que ha de ser inteligente emocionalmente hablando debe ser el progenitor. Sólo así podrá distinguir la estrecha línea que separa a ésta del mimo y la malcrianza.
    Otro punto controvertido entre quienes no tienen claro lo que es educar con inteligencia emocional es si se debe ser autoritario o no con los niños.
    Lo ideal (e irreal) sería poder llegar a un acuerdo siempre con ellos, pero el acuerdo y la negociación no siempre son posibles con niños pequeños. Y precisamente por eso, porque son pequeños y están en camino hacia la madurez.
    Así que educar con verdadera inteligencia emocional supone negociar cuando se pueda (y si se puede la mayoría de las veces mejor) e imponerse cuando no.

    Matar al capitán, un error frecuente en educación emocional

    Los padres han de dirigir el barco, pues a menudo se cae en el error de creer que la inteligencia emocional supone “matar al capitán”.
    Educar con inteligencia emocional significa ser capaces de alternar la negociación con la dirección según el nivel madurativo del niño en cada fase de su desarrollo. ¿Trabajoso, verdad? Es como ser al mismo tiempo un policía y un psicólogo.
    Imponerse o poner límites, negociar o consentir son algunos de los aspectos que forman parte de la educación que un niño necesita.
    La inteligencia emocional supone saber aplicarlos cuando y como toca pensando en lo mejor para ellos, no en lo que la moda de turno nos dicte. Para ellos tendremos que apoyarnos en nuestro propio sentido común para diferenciar lo uno de lo otro en la vida cotidiana.

    lunes, 19 de mayo de 2014

    La rosa y el sapo

    larosayelsapo
    En un gran jardín, una pequeña rosa y un sapo habían ido creciendo en compañía. Se pasaban horas juntos: él dando saltos a su alrededor y ella convirtiéndose poco a poco una preciosa flor. Durante mucho tiempo habían compartido todo tipo de vivencias, secretos y, sobre todo, amistad.
    La vida iba pasando y el sapo observaba como su amiga se volvía cada vez más y más hermosa. Para él era un placer ir a visitarla, saltar a su alrededor y contarle todo lo que sucedía al otro lado del jardín.
    La rosa comenzó a darse cuenta de su hermosura y, sobre todo, de la atracción que ejercía sobre todos los visitantes del jardín que, cuando se acercaban a verla, no podían evitar su asombro. El problema es que, de vez en cuando, dichos visitantes observaban a un sapo dando saltos a su alrededor y se marchaban.
    Un día, la rosa ya cansada de la situación, se dirigió al sapo.
    -Oye, sapo -le dijo- ¿no podrías hacer lo mismo que haces aquí, eso de ir saltando de un lado a otro, en cualquier otra parte del jardín?
    -Pero… -contestó confundido- hasta ahora nunca te había molestado mi presencia, siempre te había gustado tenerme alrededor.
    -Sí, pero me he dado cuenta de que espantas a todos los visitantes que vienen a verme. Les asustas y además… tu aspecto ya no armoniza con mi belleza.
    -Vaya… -contestó triste el sapo- qué lejos han quedado aquellos tiempos…
    Ambos se quedaron callados durante una eternidad. Él esperando una rectificación, y ella esperando una confirmación.
    -Vale… -contestó finalmente el sapo- no te preocupes, el jardín es muy grande, me da igual estar aquí que en otro sitio -y se alejó.
    Pasó el tiempo y ambos hicieron su vida por separado. El sapo estuvo mucho tiempo sin visitar a la rosa, hasta que un buen día, aprovechando que ya caía la tarde y no podía molestar a ningún visitante, decidió acercarse a saludarla.
    Al llegar se quedó totalmente sorprendido. Estaba marchita, ya no tenía la belleza de unos meses atrás, era otra. Sus pétalos estaban agujereados, su tallo caído…
    -Hola, rosa.
    -Hola, sapo -contestó ella con rocío en las mejillas.
    -Pero, ¿quién te ha visto y quién te ve? ¿qué te ha pasado?
    -Es que… -le costaba hablar- los primeros días todo fue bien, pero poco a poco comenzaron a comerme los bichos, sobre todo las hormigas. No entiendo por qué, pues nunca antes lo habían hecho. Se han apoderado de mí, me han debilitado de tal forma que ya apenas me reconozco…
    -Ay, Rosa -le contestó el sapo- nunca supiste para qué iba saltando a tu alrededor, ¿verdad? Nunca supiste que antes había alguien que se comía todos esos bichos.
    LA LUNA SIEMPRE LEE ANTES DE DORMIR
    Ilustración de James Browne

    LOS NIÑOS DEL CIELO
    Película iraní de 1997. Merece la pena verla. Tal vez, reflexionemos un poco antes de comprar tantas cosas a nuestros hijos/as.

    MANUAL PARA DIAGNOSTICAR EL TDAH: DSM-5

    ¿Qué es el DSM?
    EL DSM es el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales), es una publicación realizada por la  Asociación Americana de Psiquiatría, que sirve de referencia/guía para gran parte de los profesionales sanitarios en el diagnóstico de trastornos mentales.
    Aporta descripciones, síntomas y otros criterios útiles para el diagnóstico de estos trastornos y es revisado de forma periódica, de acuerdo con las investigaciones, estudios y descubrimientos realizados.
    El DSM más reciente y en vigor en la actualidad es el DSM-5, que se publicó en Mayo de 2013.

    Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad en el DSM-5
    A- Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo que se caracteriza por (1) y/o (2):
    1. Inatención
    Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
    NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.

    a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (por ejemplo, se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
    b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por ejemplo, tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o lectura prolongada).
    c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
    d. Con frecuencia  no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales (por ejemplo, inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
    e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por ejemplo, dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
    f.  Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (por ejemplo tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
    g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por ejemplo, materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).
    h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
    i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).

    2. Hiperactividad e Impulsividad
    Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
    NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.

    a. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
    b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (por ejemplo, se levanta en clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, en situaciones que requieren mantenerse en su lugar.
    c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.).
    d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
    e. Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsara un motor” (por ejemplo, es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
    f. Con frecuencia habla excesivamente.
    g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (por ejemplo, termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
    h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola).
    i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los otros).

    B- Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.

    C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (por ejemplo, en casa, en el colegio o el trabajo; con los amigos o familiares; en otras actividades).

    D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.

    E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (por ejemplo, trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).


    En función de los resultados se podrán clasificar las siguientes presentaciones:

    Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
    Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 pero no se cumple el criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
    Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses.

    Diferencias entre el DSM-IV y el DSM-5
    Los criterios diagnósticos del DSM-V son muy similares a los del DMS-IV. Se mantienen los 18 síntomas divididos entorno a dos categorías principales: inatención e hiperactividad-impulsividad.
    Las principales novedades que se han incorporado son:
    1. Se han incluido ejemplos para facilitar el reconocimiento de los síntomas en diferentes etapas de la vida.
    2. Los criterios deben estar presentes antes de los 12 años en lugar de los 7.
    3. Los subtipos de TDAH han sido reemplazados por “Presentaciones” que se corresponden con esos subtipos anteriores.
    4. Incluye el diagnóstico de comorbilidad del TDAH con el espectro autista.
    5. Se ha limitado a 5 la presentación de síntomas en la edad adulta, en lugar de los 6 que se exigen para la infancia, tanto en déficit de atención como en hiperactividad-impulsividad.
    6. Se ha incluido el TDAH dentro del capítulo de “Trastornos del neurodesarrollo”