jueves, 21 de septiembre de 2023

 21 DE SEPTIEMBRE: NO OLVIDEMOS A LOS QUE NO HAN ELEGIDO OLVIDAR

Existe lo que se recuerda y muere aquello que olvidamos. ¡Y no, yo no quiero morir! ¿O será más exacto decir que no quiero vivir muerto, arrastrando este cuerpo en el que ya no habito?
Tengo ganas de encontrar a alguien que me haya mirado lo suficiente como para ayudarme a encontrar las respuestas que corresponden a cada una de las preguntas que se me amontonan dentro...
¿He sido un buen hombre? ¿Habré sido capaz con mi forma de ser y de estar en mi trozo de mundo, de sembrar de caricias los días de los que me han rodeado?, ¿o por el contrario, habré arañado hasta la sangre el alma de los que quisieron quererme?
¿Amé de veras?, ¿me amaron a mí alguna vez?, ¿Cómo era el sonido de aquella risa?, ¿ quién fue su dueña?...
¿Cómo se llamaba mi hija, o era un hijo?, ¿o acaso no los tuve?...
¿Qué me gustaba hacer la tarde de los domingos?¿Qué me erizaba la piel?, ¿ qué dolor me partió el alma en dos mitades?...
¿Cuál fue la manera que encontraron mis manos de traer el pan a casa?,¿y mi casa, dónde está?...
¿Fui valiente alguna vez...?
¿Quién soy yo...?
En este desierto infinito que es ahora mi memoria, un pequeño oasis sobrevive en mitad de todas las cosas sin nombre...
María, María se llamaba mi madre...


 

DOS LUCIÉRNAGAS

Hay amaneceres en que el sol no nace y a las nueve de la mañana, todo es como una noche de enero de luna huida.
El mundo entero esta mañana de verano añejo era una barca endeble, mota de polvo, apenas nada en mitad de un mar bravo... Dentro de lo pequeño, dos seres más pequeños aún remando hacia una playa soñada, guiados tan sólo por el rastro de luz de dos luciérnagas...
El paso de las horas parece haber adormecido al mar. Nada puede engañarnos ya. Sabemos que bajo esta danza de olas, la furia sigue escondida. Volverán los amaneceres de luna huida y las noches sin sol. Pero en este ahora, las luciérnagas se han transformado en un faro majestuoso. En este ahora, la playa existe y es ahí donde guardamos silencio y nos permitimos respirar...
BCP
Fotografía: Antonio Gallardo Vega