miércoles, 30 de agosto de 2023

 

LOS INFIERNOS HABITADOS

Repaso en este ahora, mis infiernos habitados. Soy las cicatrices y las primaveras que brotaron de las ruinas que la vida me impuso al enfrentarme a sus confines.
Sé que mi voluntad puede despojarme del peso de algunos de ellos, como por ejemplo, el infierno de la traición. No cruzando sus umbrales, no volviéndome a quedar sentada en mitad de ese campo yermo que es la mentira, la humillación, el desamor y la soledad acompañada.
Pero hay otros infiernos, para los que ninguna voluntad es suficiente, como el de la enfermedad y la muerte. En este caso, la vida nos arrastra hasta su centro, nos sacude, nos toma el rostro entre sus manos con violencia, obligándonos a mirar a los ojos del enemigo. Dejándonos en cueros, sin piel siquiera, siendo sólo un corazón ensangrentado y un alma temblorosa y asustada. Y así nos abandona, ante una disyuntiva rotundamente definida: abandonas o te levantas y caminas, apretando los dientes, buscando salidas en los muros del laberinto, mientras rogamos el beneplácito de los demonios, para que nos eximan de volver a presenciar cómo se desdibuja lentamente un ser amado sin poder hacer nada...

BCP
Fotografía: Antonio Gallardo Vega