miércoles, 22 de agosto de 2018

MIENTRAS...

INTERINOS
 Se acerca septiembre y con él, el pellizco en el estómago de los miles de maestros/as interinos sin destino, que estrenamos el mes pegados al teléfono, como si fuera una extensión más de nuestro cuerpo. El sobresalto cada vez que suena, parejo al agradecimiento, porque al fin y al cabo, aunque hayamos opositado hasta la saciedad y aprobado en numerosas ocasiones, formamos parte de ese grupo con opción a trabajar. Siempre en volandas, siempre temporales. Pero, con la opción de enredarnos por unos meses en las aulas y en las vidas de un puñado de alumnos. Escrita en mi manera de ser, está mi forma positiva de enfocar los días. Esta tendencia a buscar la luz en todas las situaciones, me hace encontrar ventajas en esta condición obligada de nómada laboral: Se aprende mucho al tener la oportunidad de conocer las formas de impartir docencia de multitud de compañeros/as. Se conocen lugares nuevos, distintas formas de hacer las cosas, que ayudan a definir nuestra propia manera de entender la enseñanza. Interino viene del latín “interim” y significa “mientras, que ocupa un lugar provisionalmente, entre otros que lo ocupan oficialmente”. Llegamos a un colegio nuevo, en un pueblo nuevo, que según la distancia, nos obligará a habitarlo o a hacer kilómetros. El nuevo destino, determinará nuestros horarios: saldremos antes o después de casa. O directamente, no estaremos en casa. Podremos llevar a nuestros hijos a sus colegios o no. Comeremos antes o después. Nuevos rostros, hasta ahora desconocidos, formarán parte de nuestro diario. Tendremos que aprender nuevos nombres. Tendremos una vez más, que demostrar que se puede confiar en nosotros, que aunque seamos eternos aprendices, porque nunca se termina del todo de aprender a ser maestros, vamos a poner el alma en procurar hacer las cosas bien, porque amamos este trabajo que nos permite ser humanos antes que cualquier otra cosa. Y volveremos a querer. Se dibujarán bocetos de posibles amistades. Empezaremos a querer a alumnos/as, a familias, a compañeros/as, porque el corazón tiende a llegar para quedarse, cuando se siente bienvenido. No entiende que aceche una nueva despedida y que de nuevo, esas personas con las que has compartido tantas horas de trabajo, comidas, desayunos, recreos…pasarán de golpe, sin proceso de adaptación, a formar parte de lo ya vivido. Algunos nos seguirán acompañando en el camino, si juntos tejemos puentes de palabras en la distancia. Con otros, solo nos volveremos a encontrar en la remembranza. No se trata solo de un trabajo. Es vida. BCP

2 comentarios:

  1. Lo he compartido con amigos y familiares que tengo en esta misma situación, y todos me han dicho lo mismo. No has podido reflejar mejor el sentir de todos. Muchos besos cielo mío, y que esa sensibilidad que tienes siga fusionada con tu fortaleza.
    ¡Muchos besos! :D

    ResponderEliminar