domingo, 1 de noviembre de 2020

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "EL BANCO VACÍO", DE ENRIQUE CANO PALMERO, MI PADRE DE MI ALMA

     Si mi padre fuera una palabra, ¿cuál sería? No he conseguido encontrarla, porque ninguna puede albergar en su significado, algo tan grande.

    Un día de esos en que el mundo entero se transforma en una cuesta arriba infranqueable, me dijiste, papá, que eras otoño.

    Tal vez los calendarios que conforman tu existencia, nos lleven hasta allí, pero yo no te encuentro en el otoño. Tú, pareces vivir al margen del tiempo. Eres árbol de hoja perenne, de verde renacido en cada estación. Y en tus ramas, se mece un niño. El niño que un día fuiste y al que nunca has soltado de la mano.

    La oportunidad, nunca se sentó a la mesa de aquel niño, que vio sin querer, cómo de su paisaje cotidiano desaparecían los pupitres, la tiza y el maestro, para ser sustituidos por el sol, el campo, las jornadas de trabajo prematuro…No obstante, aquel último día de escuela, se llenó los bolsillos de ganas de aprender y desde entonces, la tierra y el sol, sus tías, su madre, los árboles y los perros…la vida entera, se convirtió en su maestra.

    Ambos, aquel niño y tú, habéis caminado siempre juntos entre lentiscos y olivos, por las calles de Cañada Rosal, de Palma del Río y de Alcalá. Habéis habitado chozas y cuevas y pensiones, lejos de casa. Fruto de ese caminar compartido, el niño se hizo sabio y el hombre, atesoró para siempre, la curiosidad infinita y la capacidad de asombro, patrimonio de la infancia.

    Árbol perenne, niño sabio, hombre curioso…no es suficiente aún para definirte, papá. Hay más…

    Mi padre siempre nos ha dicho, que lloró en el vientre de su madre. Con eso quiere decir, que tiene una especie de poder adivinatorio, que le permite presentir cosas antes de que ocurran. Lo que nunca dice, aunque todos los que lo conocemos bien, podemos afirmar, es que es un hechicero.

    Hay personas tóxicas, pero también hay personas sanadoras. Y mi padre, es una de ellas. Eres ungüento que cura, cuidador de todos, inventor de soluciones, buscador de remedios…Si tú estás, a todos nos crece la confianza y se nos achica el miedo, porque siempre sabes lo que hay que hacer.

    Eres lazo que une, pero no ata. Tita Anita y tú, sois los encargados de mantener unida a la familia.

    Y eres más cosas…

    Una vez leí en una novela, que el secreto de la alegría, reside en la resistencia. Tú, mi tía Anita, mi madre, mi abuelo Antonio y muchos de los que hoy estáis aquí, sois conocedores de ese secreto.

    También eres creador de tiempo. Tus días tienen más de veinticuatro horas, ¿cómo, si no, puedes hacer tantas cosas?.

    Eres luz. Eres faro que ilumina la noche oscura y muestras el camino. Y tú mismo, eres camino a seguir.

    Y eres memoria y añoranza. Tu vida está escrita en un libro sin encuadernar, cuyas hojas se ordenan unas junto a otras, ocupando una superficie de setenta y seis años. No cierras capítulos, ni pasas páginas. Saltas de un rincón a otro de tus días vividos, como si jugaras a la rayuela. Por eso vives una y otra vez, la belleza de los momentos atesorados y aprendes siempre del dolor sentido. Por eso no olvidas ni te despides de nadie. Y yo sé que hoy, te acuerdas de los que caminaron a nuestro lado, durante un suspiro de vida y que un día se marcharon. Ellos, también están aquí, sentados a nuestra vera.

    En tu alma de poeta, papá, eres capaz de hacer hablar, hasta a los bancos del parque...

                                                                                                              Belén Cano Padilla





2 comentarios:

  1. Por fin primilla, has compartido esta hermosura de presentación. Besos cariño :D

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  2. Muchas gracias, preciosa! Poquito a poco, voy abriendo ventanas al mundo

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